lunes, 8 de septiembre de 2014

Los efectos de las 44 toneladas o los megacamiones sobre el sector del transporte


En un análisis de la oferta de transportes de camiones en nuestro país en la última década realizada por esta revista, se llegaron a unas conclusiones inquietantes sobre la oferta de transporte.

El brutal efecto de la crisis sobre el número de toneladas transportadas en nuestro país se visualiza al decir que la crisis de 2008 produjo una disminución cercana al 50% de las toneladas transportadas en nuestro país. Esta descomunal caída del mercado se explica en primer lugar por el descenso hasta casi la total paralización de la construcción en España.

La construcción residencial se fue paralizando con la entrada de la crisis, y la construcción de obras civiles ha disminuido hasta ser solo hoy un 20% de lo que era antes de la crisis. El efecto de la disminución del consumo interior y de la actividad industrial es más difícil cuantificarlo sobre el transporte, para saber que parte ha contribuido a ese descenso de casi la mitad del volumen de mercancía transportada.

Por solo dar una indicación, antes de la crisis se llegaron a fabricar casi 2 millones de automóviles en España, y esa cifra se redujo en un 40%, las ventas interiores de coches cayeron a 750.000. Sin embargo, las cifras oficiales de reducción del Producto Interior Bruto darían como consecuencia solo una reducción en estos años de crisis de alrededor de un 18 o 20% del movimiento total y estaría recuperándose desde hace un año. ¿ Por que no aumentan los camiones y las empresas, que siguen cayendo ?

Con esas cifras, la reducción de capacidad de transporte tanto por el descenso de número de empresas como de camiones, se debía de haber neutralizado hace al menos un año y comenzar a absorber los efectos de la crisis.

Sin embargo, y a pesar del crecimiento económico que se esta dando este año, el número de camiones y de empresas de transporte se sigue reduciendo. Y eso teniendo en cuenta que el transporte internacional, salvo un bache en 2010, ha aumentado durante estos seis años de crisis a un ritmo cercano al 3 ó 4%, manteniendo un vigor muy importante y neutralizando en una parte los efectos del desplome de la demanda interior.

Con todo ello queremos llegar a que los datos iniciales de la recuperación económica indican una recuperación todavía por llegar en el número de empresas, y de supuesto de camiones. Parece como que el sector del transporte por carretera tiene todavía suficiente margen, "slack" llman los ingleses para responder a aumentos de la demanda con su estructura actual.

Otros indicadores como es el desplome de las ventas y parque de camiones rígidos de dos, tres y cuatro ejes indican que la oferta de transporte se inclina a camiones grandes.

Todo esto hace llegar a la conclusión de que los aumentos de capacidad de transporte del parque de camiones por la vía de aumentar la capacidad de los trailers un 20%, de 40 a 44 toneladas, que sería un aumento neto de la carga útil ya que no se realizaría con aumentos de la tara ya que no son necesarios nuevos trailers, o el aumento de esa misma oferta por la autorización del enganche de remolques al conjunto trailer para aumentar la capacidad de transporte de una unidad hacia los megacamiones, tendría efectos rápidos sobre la oferta de transporte y sobre la contención en cuanto al numero de vehículos a emplear.

En otras palabras, un aumento de las 44 toneladas o una generalización del uso de los megacamiones o megatrailers llevaría aparejado un aumento de la oferta de transporte con fuerte impacto en el mercado. Dada la polarización y la utilización ya intensiva del trailer como medio de transporte interior.

Solamente con un análisis somero de las cifras de nuestro parque y oferta de transporte se llegan a conclusiones importantes que parecen no haberse realizado ni por parte del Ministerio de Transportes ni de las asociaciones que reciben cuantiosos fondos de ella para determinar los efectos de una política de expansión de la oferta de transporte sobre el sector.

En resumidas cuentas, que no se han realizado estudios sobre el impacto de los aumentos de la capacidad de carga en el transporte, y que incluso aquellos que dicen oponerse nominalmente no los han hecho ni los ofrecen. Concluyendo que una vez más la situación de un sector tan importante como el del transporte por carretera se deja al albur de contingencias políticas y decisiones poco motivadas.

Estas conclusiones no juzgan el mérito que los aumentos de capacidad de transporte tendrían sobre la sociedad en general, que será objeto de otro análisis, estando claro que como ha demostrado la utilización masiva de los trailers y los aumentos de capacidad de carga a lo largo de los treinta años pasados, han sido beneficiosos para la sociedad en su conjunto por las economías de escala que han producido y para el medio ambiente. Otra cosa es su impacto sobre el sector.

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