Un dron frente al cartel de DHL. Foto: Reuters.
Acuérdense de lo que acaban de leer. Los drones dejarán sin
trabajo a los servicios tradicionales de mensajería en unos años. Que
tiemblen DHL y UPS. Escrito queda. Esta nueva generación de pequeños
aviones no tripulados reúnen todas las ventajas para convertirse en los
aliados perfectos para la distribución de productos de escaso peso y
volumen. De esta circunstancia ya se han percatado hace tiempo los
gigantes puntocom, desde Google a Facebook, sin olvidarse de Amazon,
todos ellos vivamente interesados por renovar las reglas del juego.
El asunto ha cobrado esta semana especial actualidad después de que Google acordara la compra del fabricante de drones Titan Aerospace,
compañía por la que también pujó Facebook con 60 millones de dólares.
Finalmente, la red social de Mark Zuckerberg se decantó por la
tecnológica británica Ascenta, por poco más de 14 millones de euros.Amazon lleva tiempo explorando las posibilidades de los drones para su negocio, pero sin que hasta ahora haya comprado ninguna compañía. La idea consiste en repartir los pedidos con un ejército de drones, que podrían posarse en las ventanas de las direcciones de destino como en su día lo hacían las palomas mensajeras. Entre otras ventajas, estos robots aéreos resultan especialmente eficaces para las tareas que se les encomienden, ya que funcionan con la energía solar y están diseñados para volar durante años, a lo largo de las 14 horas del día. Estos artefactos podrían convertirse en puntos WiFi móviles. Entre otras posibilidades, Google podría tomar imágenes de todo el mundo a través de su drones, desde todos los ángulos posibles, para así enriquecer sus programas de cartografía y navegación.
Ante la invasión de drones que nos espera, que nadie se extrañe si, al asomarse por el balcón, descubre decenas de drones sobrevolando el cielo. Algunos llevarán el logotipo de Amazon y otros de Google o Facebook. ¿Qué pensarán los pobres gorriones?
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