El diario económico El Economista se hacía
eco este lunes del impacto negativo de la reforma de la Ley de
Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT), recién aprobada en el
Congreso y ahora en el Senado, sobre las cooperativas de transporte, o
mejor dicho, sobre determinada modalidad de cooperativas de transporte
que, durante un largo tiempo, ha funcionado con éxito en el mercado
dando lugar a estructuras asociativas de envergadura, con unas
dimensiones considerables en cuanto a número de camiones y personas
empleadas.
El artículo 22 de la Ley establece que la contratación de los servicios
de transporte terrestre sólo podrán ser realizados por aquellas personas
físicas o jurídicas que sean titulares de una licencia o autorización
que les habilite para realizar transportes de esta clase, recoge El
Economista, que hace alusión a algunos análisis desde diferentes
ámbitos.
Se recoge la opinión de la Gestha, Sindicato de Técnicos del Ministerio
de Hacienda, que señala al diario económico que "parece que existe un
fraude delictivo en estas cooperativas fantasma que aplican un régimen
fiscal que no les corresponde, ya que los trabajadores sólo podrían
cobrar en concepto de rendimiento de trabajo, nunca de actividad.
Hacienda sigue sin pedir la tarjeta para el alta en la actividad de
transporte".
Emilio Domínguez del Valle, abogado especializado en el sector
transporte y secretario general técnico de Aneac (Asociación Nacional de
Empresas de Auxilio en Carretera), señala a El Economista que, "el
articulado de la ley sataniza el mercado cooperativo, primando el
capital de las multinacionales y la entrada al sector de otro tipo de
operadores distintos a los que están ahora, lo que, además, perjudica
directamente a los transportistas autónomos".
Asimismo, recoge la valoración de José Luis Ayuso, Presidente de
Fenacotrans (Federación Nacional de Cooperativas de Transporte), que
señala que la "LOTT supone un ataque frontal contra las fórmulas de
economía social del sector del transporte terrestre y traerá, como
consecuencia, la desaparición de la mayor parte de las cooperativas que
operan en el sector del transporte de carretera, afectando a los más de
20.000 puestos de trabajo que dependen de ellas. La ley introduce una
sanción de hasta 6.000 euros para el socio de una cooperativa que
facture a su sociedad".
jueves, 2 de mayo de 2013
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