Hace unos días se publicaba en la prensa especializada del sector la apertura del mayor pool de FM Logistics en Europa,
 con un plataforma de 100.00 m2 que cobija la mercancía de siete 
importantes fabricantes en Francia. Pero, ¿qué es eso de pool o pooling?
 Pese a que en el país galo, y en otros países del norte de Europa están
 muy familiarizados con este concepto, en nuestro país es una práctica todavía desconocida.
El pooling consiste en que un operador 
logístico agrupe los pedidos de sus clientes que tengan el mismo punto 
de entrega, normalmente almacenes de gran distirbución, de forma que se 
optimiza el transporte y a la vez se puede mejorar el servicio de los 
fabricantes a sus clientes, ya que pueden ofrecer una frecuencia de 
envío mayor.
Muchos de vosotros estaréis pensando que
 esa consolidación por destino también la hacen los operadores 
logísticos en España, y efectivamente es así, la gran diferencia es que el concepto de pooling implica un acuerdo de colaboración por parte de los fabricantes.
 Éstos se coordinan entre ellos para contratar al operador logístico, 
almacenar sus productos en sus plataformas, y que éste se encargue de 
coordinar sus pedidos, que suelen ser comunicados vía telemática, y 
consolidarlos por punto de destino.
Pero no siempre es ni siquiera necesario
 el paso por una plataforma logística intermedia. Danone Eau France, 
Coca Cola y Kronenbourg llegaron a un acuerdo también en Francia para 
organizar rutas conjuntas con sus productos desde sus fábricas hasta sus
 clientes comunes, las grandes plataformas de distribución.
Y aunque el sector del gran consumo es 
el más evidente para poder llevar a cabo este tipo de acuerdos, no es el
 único. Por ejemplo, en el sector de la automoción, Bridgestone y 
Continental se dieron cuenta que tenían muchos clientes comunes, y 
comparten una plataforma logística en el centro de Francia para servir 
sus pedidos también de forma conjunta.
Debido a los incrementos en los precios 
del petróleo producidos en los últimos años, los costes logísticos 
suponen ya entre el 5% y el 15% de los costes totales de las empresas 
fabricantes. Según afirman los propios integrantes de este tipo de 
colaboraciones, gracias a trabajar conjuntamente sus flujos de transporte están consiguiendo reducir estos costes entre un 10% y un 15%, al tiempo que mejoran los niveles de servicio a sus clientes, reduciendo además su impacto medioambiental.
Como sabéis, en transportemos
 estamos fomentando la colaboración entre empresas precisamente con este
 objetivo, el de reducir tanto los costes como los niveles de 
contaminación. Para ello, hemos empezado creando unos grupos por origen y
 destino de la mercancía para que las empresas, si quieren de forma 
anónima, empiecen a buscar “compañeros de viaje”. Sin embargo, son 
todavía muy pocas las empresas que se han animado a hacerlo.
¿Por qué no se acaban de lanzar las 
empresas a buscar otros cargadores con necesidades de transporte 
similares? ¿Por qué no se extienden este tipo de acuerdos en España? ¿Si
 los fabricantes son completamente conscientes que sus productos están 
siendo almacenados y transportados igualmente junto con los de otros 
fabricantes, incluso competidores, por qué no toman la iniciativa y 
lideran esa coordinación para poder beneficiarse de la reducción de 
costes? ¿No sería posible incluso organizar rutas conjuntas desde 
fábricas próximas hasta las principales plataformas de distribución sin 
necesidad de utilizar ningún almacén intermedio?















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