Por los transportistas indignados.
El triángulo de las las Bermudas es
un famoso triángulo donde al parecer desaparecen escuadrillas enteras de
aviones y buques mercantes.
El triángulo de las las Bermudas se come todo lo que pasa por allí. Un
triángulo entre las costas de Florida, y las Bermudas es célebre por
comerse todo por lo que allí pasa.
El triángulo que forman AECOC, y las cúpulas de varias asociaciones de transportistas va camino de convertirse en un triángulo que come todos los beneficios de los transportistas.
Un triángulo organizativo que funciona tragándose los beneficios de los transportistas por carretera.
AECOC es la asociación española de
cargadores que agrupa a grandes cargadores, fabricantes y también
empresas de gran distribución como Mercadona o Carrefour y otras. Su
buena organización, la concentración enorme que está teniendo los
supermercados e hipermercados en España donde cuatro firmas acaparan
gigantescos flujos de movimientos de mercancías como lo hacen entre
Mercadona, Carrefour, Día o El Corte Inglés, etc. Interviene en el
sector del transporte como un lobby defendiendo sus intereses. Si bien
en otros tiempos mantuvo un perfil bajo desde hace una década entró en
los órganos del Ministerio, para sin complejos defender sus intereses.
Sus intereses legítimos son los de abaratar el transporte, mejorar su
eficiencia y aumentar su capacidad de carga y por tanto iniciativas
como los megacamiones, la 25-25 o la aprobación de las 44 toneladas son
defendidas por todos los medios por su organización. Hasta aquí, un
perfecto juego legítimo de intereses aunque a veces no sean
transparentes al no decir porque defienden ciertas alternativas y con
que recursos. El problema es cuando le acompañan en sus actividades asociaciones de transportistas "amigas".
La solícita asistencia de sus presidentes y los mutuos homenajes es evidente.
opinión transcamión
La realidad es que AECOC y los intereses de los supermercados e hipermercados son también representados en CETM,
donde ACOTRAL, el interproveedor de transporte exclusivo de Mercadona,
una especie de Mercadona Transportes S.A ya ocupa un lugar muy
importante en el Comité ejecutivo y además presidiendo Cetm intermodal.
El problema con este triángulo es que la cúpula de estas organizaciones
no se pueden negar a las corteses invitaciones de la poderosa AECOC a
participar en sus eventos y por tanto dar una cobertura de normalidad a
sus relaciones con los transportistas. Mientras que los señores Montero y
Basante acceden a participar en los programas de AECOC o el presidente
de Conetrans y del Comité nacional de transporte admite agasajos y
abrazos y premios de AECOC. Ésta por otro lado ademas de perseguir
políticas claras como las de megacamiones a las 44 tn. mantiene una política clara de mayor competencia en el mercado a través de los tenders y la liberalización del mercado.
La subastas de transportes a la baja que mantienen el precio en su "justa dimensión" para la industria.
La liberalización de las tarjetas lo mismo. Aquí pasa algo que no ha
permitido ni la más humilde asociación de taxistas del ultimo pueblo de
España, autorizaciones para todos.
Incluso la permisividad con cooperativas artificiales y empresas
deslocalizadas es curiosa. Todo lo que sea aumentar la oferta de
transporte es estupendo para la industria lo curioso es que también lo
sea para los supuestos representantes de los transportistas. Lo dicho ni
en el taxi.
Este triángulo de las las Bermudas es normal al fin y al cabo porque estas empresas de transportes han funcionado como cargadores de segundo nivel con
respecto a las cadenas de supermercados y a los fabricantes, pero a la
postre cargadores porque a su vez subcontrataban el transporte con
pequeñas empresas, cooperativas o empresas rumanizadas.
Es por tanto perfectamente explicable que lo que en otros países serían asociaciones cortésmente opuestas y adversarias
en el campo de sus intereses, aquí en España se apliquen las mismas
estrategias pero en el caso de las asociaciones de transportistas en
detrimento de la mayoría de los transportistas al aceptar una serie de
prácticas en el mercado sin
apenas debatirlas, ni proponer medidas correctoras como las de los
tenders de subastas mientras que aceptan debatir en foros elegantemente
sobre otras amenazas que penden sobre el transporte de carretera
financiado por el Estado como el transporte ferroviario. opinión transcamión
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